En los últimos años se ha asistido a una intensificación del esfuerzo en investigación para ampliar el alcance y la eficacia de las técnicas no destructivas o semidestructivas de inspección, observación, monitorización y control de la calidad de las construcciones, sobre todo en las de hormigón armado. Estas técnicas pueden proporcionar datos importantes a los responsables de las intervenciones de conservación, reparación y recuperación, ayudando a:
- Recoger la información necesaria para evaluar las capacidades de comportamiento de la estructura.
- Si existiesen daños, deficiencias o anomalías, determinar sus causas, haciendo posible de este modo una intervención más adecuada.
- Evaluar correctamente la importancia y extensión de las degradaciones existentes.
- Adoptar las medidas correctoras menos intrusivas y más adaptadas a la situación.
- Definir y planear con tiempo suficiente las intervenciones.
- Monitorizar el comportamiento de esas intervenciones.
Paralelamente, esas técnicas pueden ser auxiliar precioso para el control de calidad, ya sea durante la fase de construcción, ya sea más tarde, cuando se someten a una intervención correctora, con el objetivo de garantizar la conformidad con las especificaciones, sobre todo con las que tienen como objetivo asegurar la necesaria durabilidad.